20/5/08

REFLEXIONES ANTE EL XII CONGRESO DEL PSOE


Creo que puede ser el momento idóneo para pensar en propuestas eficaces y que la opinión pública considere al PSOE de La Rioja la mejor opción de gobierno en nuestra región.

También creo que debemos huir del conformismo, apoyándonos en leves mejoras de resultados anteriores. Pues el objetivo principal de todo partido es ganar las elecciones para aplicar su programa.

Sin ninguna duda pienso que las personas que han ocupado los puestos de dirección, han deseado llevar al partido al más alto nivel de aceptación con sus acciones, estrategia y organización del mismo. Pero creo que debiera ser necesario aplicar un buen grado de humildad, sinceridad y a la vez de autocrítica a la hora de valorar los últimos resultados electorales.

Como militante del Partido Socialista, soy de la opinión de que el debate no debe centrarse únicamente en las personas, pero sí haría una llamada a la reflexión de las personas que lo han dirigido y se preguntan si han realizado bien los deberes durante el periodo de los últimos cuatro años.

También los dirigentes debieran reflexionar sobre la importancia en conseguir y fortalecer la unión de "la familia socialista" en La Rioja. A la larga la desunión y la desilusión pueden motivar la desidia y el desinterés. Es desacertado no contar con muchos socialistas de “ayer” que bajo el atributo de “críticos” se les aleja de una forma solapada del partido. Creo que su aportación sería válida y necesaria. Nunca deberíamos prescindir o devaluarlos, apoyándonos en la quimera del “cambio generacional”. Estoy seguro que estos admiten y comprenden perfectamente en la renovación sin ruptura que debe producirse en un partido político.

Después de estas reflexiones y ante el XII congreso del PSOE en La Rioja, tengo la esperanza y deseos que este gran encuentro nos ayude a fortalecer nuestro futuro y lograr como no puede ser de otra manera que nuestra Comunidad Autónoma tenga un nuevo gobierno capaz de mejorar sus retos. Un gobierno socialista. El PP ha sido incapaz de llevar acabo las mejoras que los ciudadanos en general las merecen y las desean.